El semestre termino, como era mi plan regrese a mi lugar de
origen a pasar las vacaciones, unas merecidas vacaciones, tome el autobús un
poco tarde por mi pereza, $120 es el costo del boleto, saque de mi vieja
billetera un billete de $200 y se lo di al ayudante de chófer que solo así se
llamarlo pues no conozco otro nombre, un tipo que a primera impresión parecía
muy bien portado, tenía una barba de candado, sus ojos delataban el cansancio
de este día, un domingo, que de seguro ya había viajado desde la mañana, son 6
horas de camino, ida y vuelta serian 12 horas, creo que yo estaría en la misma
situación que él, en fin, subí al autobús, como siempre las personas voltearon
a verme, no por ser precisamente algo así
como una celebridad, si no que tal vez ya es por instinto que voltees a ver a
quien va subiendo al autobús aun sin conocerlo, pero yo era la excepción en ese
caso, bueno no del todo, si volteaba a ver quien subía pero de manera sutil, no
clavaba mi mirada en él o ella, y solo me importaba si era alguna chica linda
la que subía, de no ser así volvía a fantasear viendo por la ventana y con los
audífonos puestos volaba a mi mundo, o simplemente cerraba los ojos y dormía
por la mitad del camino o quizás más, el autobús partió, yo me senté en el
asiento numero 37, junto con una mujer de entre 28 y 30 años, con una niña de
brazos, no trate de hacer conversación, solo me senté y de inmediato saque mis
audífonos y me los puse, cerré los ojos y no supe nada más.
Sentía como el autobús avanzaba, yo solo me guiaba con eso,
tengo 6 horas para dormir, no me
preocupaba demasiado por la cuestión de quedarme dormido y pasarme de donde tenía
que llegar pues de todos modos esa era la última parada, según recuerdo el autobús
iba repleto, incluso personas de pie, y sentía como seguía deteniéndose y
escuchaba el hablar de personas que se quejaban de lo lleno que iba, pero
ignore esa cuestión, nada más me importo que ya había concluido el semestre, 78
era mi promedio, no lo consideraba mal pero para mí eso era solo un numero,
sentía que realmente si había adquirido muchos conocimientos de psicología, que
era lo que estoy estudiando. Había sido un buen semestre, para ser el primero,
lejos de mi familia, en un lugar completamente desconocido para mí, no tenía
idea de donde estaban los principales lugares de la ciudad, centros de recreación y discotecas, ese tipo de cosas, aunque en realidad yo no soy de
los que suelen salir por las noches de los viernes, amanecer los sábados algo
desgastados, y con la garganta irritada. Para mi estar en la casa era
suficiente mientras que tuviera comida y algo con que entretenerme, durante el
semestre hice algunos amigos, el grupo con el que estuve fue muy bueno, había
mucha interacción entre todos, se formaron las clásicas "bolitas" de amigos pero
aun así había buena relación con todos los del grupo. El ultimo día de clases
me despedí de ellos, no soy mucho de andar con ese tipo de cosas,
sentimentalismos, pero fue solo una despedida ya que el siguiente semestre de
seguro nos separarían, igual los seguiría viendo pero no de forma tan regular
como antes.
El autobús seguía su marcha, no tenía idea en que parte del
camino íbamos, así que abrí los ojos para darme una idea pero solo vi montañas
y otros autos que nos rebasaban, así que volví a cerrar los ojos, cuando siento
una mano que toca mi hombro, despierta ya llegamos, me dijo una voz un poco
somnolienta y cansada, abrí mis ojos y era el ayudante del chófer mire
alrededor y el autobús ya estaba vacío, era el único que seguía ahí arriba
además del ayudante, donde estamos?-pregunte- en Huatabampo te quedaste dormido
por suerte vi que nos quedaba una maleta que nadie había reclamado así que subí
y te encontré dormido, suerte la tuya, porque este camión se iba a quedar aquí,
lo iba a cerrar y nadie vendría a abrirlo hasta mañana.
Gracias-le dije- me levante del asiento y me dirigí a la
salida, la terminal de autobuses también estaba vacía, eran ya las 12 de la
noche, lo vi en el viejo reloj que estaba encima de la puerta que daba a donde estacionan
los camiones, baje mi maleta y tome mi celular, marque el numero de mi padre
para que fuera por mi, 15 minutos después llego en una camioneta del año 2000,
de ella bajaron él y mis primos y 2 hermanos menores, después del saludo
obligado, nos fuimos camino a casa, al llegar estaba mi mama con una cena
preparada, después de comer y platicar un rato sobre cómo había sido el
semestre procedimos a dormir.
Y así las 2 semanas de vacaciones se pasaron rápido, entre
posadas, pues era por las fechas de diciembre, noche buena, navidad, año nuevo,
cuando me dio cuenta ya estaba en la terminal de nuevo para regresar a
Hermosillo, el mismo autobús, con el mismo ayudante que aun me recordaba, que
paso?, ya de regreso?- me pregunto- si, ya, las vacaciones terminaron y de vuelta
al ajetreo de la ciudad- le respondí- esta vez no te quedes dormido- me dijo
con un tono burlesco- si lo hago confió en que me despertaras como la vez
pasada. Una sonrisa fue su respuesta, tomó mi maleta y la puso en el depósito,
me despedí de mi padre y subí al autobús, como siempre fui el centro de
atención, debe ser así cómo se siente pasar por una alfombra roja en una
premier de cine o cualquier otra, el autobús arranco cuando pasamos los límites
del municipio cerré los ojos y me perdí
en mi mundo.
Dentro de mi sueño, que no diré cual era, escuche gritos de
sorpresa, muchos decían palabras altisonantes, abrí los ojos y miré a todos de
pie viendo hacia el frente, medio dormido levante la cabeza por encima del
asiento que estaba delante de mí y vi algo perturbador, frente de nosotros se
veía una ciudad devastada, humo brotaba a montones, se escuchaban sirenas de
ambulancias, patrullas y demás encargados de la seguridad social, a pesar de
estar lejos aun, las podíamos escuchar era como si todas hubieran encendido al
mismo tiempo, el panorama era aterrador, conforme íbamos acercándonos podíamos
escuchar los gritos de las personas, todo se veía devastado, los vidrios de los
negocios estaban rotos, autos volcados en las calles, parecía un escenario
sacado de una película de terror, el autobús se detuvo en la terminal, todos bajaron y no se preocuparon por el equipaje solo corrieron a buscar un taxi o
algún medio de transporte para ir a buscar un lugar más seguro, yo fui el
ultimo en bajar, el aire que antes se sentía sucio, ahora tenía un olor a
muerte. El miedo se sentía en el ambiente, no podía creer lo que pasaba, tome
mi celular para llamar a mis amigos de la universidad pero no había señal.
La terminal estaba sola, las únicas personas que estábamos
eran, el chófer, el ayudante y yo. Entramos y vimos a la recepcionista que daba
los boletos tirada detrás del mostrador, una joven muy guapa como era de
esperarse, con su minifalda azul marino y una blusa manga larga blanca manchada
de sangre, el chófer de inmediato corrió hacia ella, que paso aquí hermana?- le
dijo- es horrible, todos muertos y andando, comiéndose unos a otros, los
gritos, la desesperación, no no no- esa respuesta desconcertó a todos.
Pero de que hablas?- le pregunte- es como el apocalipsis,
dios nos está dando una lección por pecadores, nadie sobrevivirá- cuando dijo
eso me di cuenta que en su mano derecha empuñada llevaba un collar con un
crucifijo-hermana, dime que te paso por favor?- las lagrimas empezaban a salir
de los ojos del chófer PERO QUE ES ESO?¡¡- grito el ayudante- tiene una mordida
en la espalda¡¡. Efectivamente, el chófer la volteo y tenía una enorme mordida
en la espalda, incluso la tela de la blusa había sido arrancada, la sangre que
había parado de brotar por estar tendida en el piso había regresado, váyanse,
he visto lo que hacen y es mejor que se vallan- dijo con lo que parecía ser su último
aliento-no te dejare aquí- dijo el chófer quien estaba levantando a su hermana
en los brazos- tenemos que llevarla a un hospital-cuando dijo esto se quedo
paralizado y viendo al ayudante- cuando voltee hacia él me quede igual
paralizado, detrás del ayudante estaba una persona, pero su aspecto era
terrorífico, parte de sus mandíbulas se veía a pesar de tener la boca cerrada, sus
ojos parecían muertos, solo se veían opacos, de un tono grisáceo, y unos
gruñidos salían de su boca, el ayudante voltea y al verlo soltó un grito, a lo
cual esa persona respondió tomándolo de los hombros y clavando sus dientes en
el cuello del ayudante, la sangre se vio brotar por todos lados, los gritos de
dolor del ayudante ayudaron a que reaccionáramos, vámonos¡¡- grite tomando al chófer del brazo para que reaccionara- el miro a su hermana, ella la volteo a
ver y sus ojos tenían el mismo color que los del hombre que ataco al ayudante,
de inmediato se abalanzo al cuello de su hermano arrancándole un pedazo de
carne, supe que ya no podía hacer nada, lo que acaba de ver era lo mismo que
veía en varias películas de zombies, en los videojuegos, en historias que
había leído, era algo increíble pero no podía tener otra explicación, el tan
temido apocalipsis zombie había iniciado.
Imagen de ian |
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